El duelo es un tema muy complejo y cada persona lo vive de diferentes formas. Cuando una persona pierde a un ser querido se pasa necesariamente por un proceso de duelo. Además,  otras situaciones pueden provocar un duelo. Por ejemplo, el final de una relación o de un trabajo.

La teoría del apego de Bowlby, explica la tendencia a desarrollar relaciones y vínculos emocionales fuertes con determinadas personas. El apego a personas significativas es propio a los seres humanos, tanto en niños como en adultos. Por tanto, la amenaza de la pérdida de ese vínculo provoca una reacción emocional intensa. Es lo que se llama conductas de apego.

Conducta de apego

La conducta de apego tiene una función de supervivencia. Es decir, buscamos protección y seguridad. Cuanto mayor es el potencial de pérdida de esa relación significativa mas intensas son las conductas de apego. Por ejemplo, llorar, agarrarse a la madre, etc.

En ocasiones, el duelo durará unos meses y en otras ocasiones se prolongará a unos años. Muchas veces se resolverá de manera natural con el paso del tiempo. Otras veces, la persona precisará de ayuda profesional.

De hecho, muchos trastornos psicológicos esconden un duelo patológico. A saber, diferentes formas de ansiedad y depresión e incluso algunos trastornos de personalidad. 

Reacciones normales en el duelo

Emociones

  • Tristeza
  • Enfado: hacia el hecho de que no se podía evitar la muerte. También es una experiencia regresiva. Se puede culpar a otros por la muerte, al médico, por ejemplo. En lugar de dirigir el enfado hacia el fallecido.
  • Culpa: por no haberse portado bien con el fallecido, por no haberlo llevado al hospital
  • Ansiedad: puede darse ataque de pánico en duelo patológico. Sienten que no pueden cuidar de sí mismos solos.  
  • Soledad
  • Fatiga
  • Impotencia
  • Shock: en muertes repentinas sobre todo. Y al recibir la noticia.
  • Alivio: si hubo enfermedad larga
  • Insensibilidad: como protección a muchos sentimientos

Cogniciones

Entre las cogniciones destacan la incredulidad, la confusión, la preocupación. Esta última se trata de una obsesión con pensamientos sobre el fallecido. Otras son el sentido de presencia (todavía está en el espacio tiempo de los vivos) y alucinaciones. Pueden ser auditivas y visuales pasajeras.

Sensaciones físicas

El duelo se expresa en el cuerpo con sensaciones como:

Opresión en pecho, garganta

Vacio en estomago

Despersonalización

Sequedad de boca

Falta de aire, etc

Conductas

La conducta más característica seria el llanto. Por otro lado, suspirar y también buscar y llamar en voz alta al fallecido.

Pueden existir trastornos alimentarios (comer poco) y  trastornos del sueño (dificultad para dormir o despertar temprano).  Se puede dar conducta distraída, aislamiento social y  evitación de cosas y lugares que recuerden al fallecido.

Otra conducta contraria es la de atesorar objetos del fallecido y visitar lugares relacionados con este.

Etapas en el duelo

Desde 1969, se utiliza esta clasificación de Elizabeth Klüber-Ross para hablar de fases en el proceso de duelo.

  • Negación: esta etapa puede aplazar el sufrimiento pero tarde o temprano se debe de enfrentar a la realidad.
  • Ira: rabia ante la muerte que es irreversible. Se buscan culpables al suceso. Se puede proyectar enfado hacia personas del entorno.
  • Negociación: la persona imagina que la muerte no es irreversible. Piensa en qué habrá pasado si hubiera hecho esto o lo otro. Qué podría haber evitado la muerte.
  • Depresión: tristeza ante la pérdida del ser querido. No se refiere a la depresión como enfermedad mental, sino a un proceso normal ante la pérdida.
  • Aceptación: cuando se acepta la pérdida la persona vuelve a sentir alegría y placer. Puede retomar su vida y sus roles principales.

sin embargo, no todas las personas pasan por todas las fases o etapas. Sin embargo, sirven para evaluar en qué fase podría estar una persona determinada.

En el proceso de duelo se deben realizar ciertas tareas satisfactoriamente para su resolución.

Tareas en el proceso de duelo

Tarea 1: aceptar la realidad de la pérdida.

A veces, la pérdida es tan intensa y dolorosa que se niega la muerte. Se tiene una sensación de irrealidad.

Existen varias formas de negación, a saber:

  • Negar la realidad de la pérdida: Momificación o guardar objetos y todo cómo cuando estaba viva la persona.
  • Negar el significado de la pérdida: minimizar la pérdida “no era buen padre”. Deshacerse de objetos del fallecido.
  • Negar que la muerte sea irreversible

Lleva tiempo aceptar la perdida. Ya que se trata de aceptarlo también a nivel emocional. Muchas personas alternan fases de incredulidad y de aceptación hasta que llegan a la aceptación total.

Tarea II: Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida

Es importante trabajar el dolor de la pérdida. Toda evitación de emociones y sentimientos dolorosos puede llevar a una depresión posterior y a un duelo aplazado.

Tarea III: Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente

Muchas veces, el fallecido desempeñaba un rol importante en la vida de la persona. Por ello, la persona en proceso de duelo debe en ocasiones adoptar nuevas funciones en su vida.

Se da una sensación de pérdida de sentido de sí mismo.

Con la pérdida del cónyuge, por ejemplo, el viudo puede sentirse inútil. Si no es capaz de desempeñar el rol que este ejercía. Todo ello puede afectar a la autoestima. Con el paso del tiempo, suelen poder continuar con sus funciones y tareas.

Tarea IV: Recolocar emocionalmente al fallecido y seguir viviendo

Esta tarea significa poder iniciar otras relaciones sin olvidar la anterior con el fallecido. es decir, se encuentra un lugar emocional para él.

Por tanto, la persona debe desarrollar nuevos apegos. Es la tarea más difícil para muchas personas.

El duelo finaliza cuando se puede hablar del fallecido sin dolor.

Tratamiento del duelo

El psicólogo va a tener en cuenta determinados aspectos en el acompañamiento psicológico del paciente en duelo.

En primer lugar, es importante una alianza terapéutica buena con el paciente. Por tanto, el paciente debe sentirse a gusto con el psicólogo que le atienda.

Además,  poco a poco en las sesiones se ayuda al paciente en diferentes procesos. Uno de los primeros es  ayudar al paciente a hacer real la pérdida. Para ello, el psicoterapeuta preguntará por las circunstancias de la muerte (cómo, dónde, quién lo dijo, qué ocurrio).

Por otro lado, otro aspecto importante es ayudar al superviviente en la expresión de sentimientos. por ejemplo, enfado, tristeza y culpa son algunos de los que se pueden explorar. Se suele sentir enfado hacia el fallecido porque nos ha dejado. También, se debe ayudar a superar la ansiedad ante la vida sin la persona fallecida.

Es recomendable expresar tanto sentimientos positivos como negativos hacia el fallecido. Para tener una visión realista de su persona.

Nuevos roles y lugar del fallecido

El psicólogo debe ayudar también al paciente en la adaptación a una vida sin el fallecido. es decir, ayudar al paciente a expresar sus recursos y a sentirse menos inútil y desvalido.  

Otro aspecto a destacar es el poder recolocar emocionalmente al fallecido. Se debe ayudar al paciente a desarrollar nuevos apegos. No se trata de olvidar al fallecido, sino de darle un lugar en el recuerdo. Esa persona no es sustituible pero se pueden abrir a nuevas relaciones.

Normalizar conductas

Normalizar determinadas conductas es un principio importante del tratamiento de la persona en proceso de duelo. Se normalizan el llanto, la sensación de volverse loco por el desborde emocional e incluso las alucinaciones.

En algunos casos, también es conveniente identificar una patología y derivar si no somos capaces de tratarla.

Algunas Técnicas y ejercicios para trabajar el duelo  

Uso de símbolos: traer fotos del fallecido para tener una imagen clara de quién era. Otros símbolos pueden ser cartas del fallecido, videos, etc.

Escribir: escribir cartas al fallecido expresando sus sentimientos. También se puede escribir un diario explicando su experiencia en el duelo. Todo ello facilita la expresión de emociones.  

Libro de recuerdos: la familia puede confeccionar un libro con los acontecimientos más importantes compartidos con el fallecido.

Imaginación guiada o silla vacía: imaginar al fallecido enfrente de la persona y decirle las cosas que cree que quiere decirle. Es una técnica importante, ya que permite situarse en el presente para hablar con el fallecido.

Si necesitas ayuda para resolver un duelo puedes contactarme al 697392561. o También puedes rellenar el formulario de contacto.

También puedes visitar el centro en la página Neurohome.